El retraso mental significa que el funcionamiento
intelectual es menor de lo normal con limitaciones del funcionamiento
adaptativo.
El retraso mental se presenta en personas de todas las razas y
etnicidades y es el trastorno más frecuente del desarrollo, ya que afecta a
aproximadamente un 1% de la población general. Las personas con retraso mental
obtienen una puntuación baja en las pruebas de inteligencia (cociente
intelectual [CI]), pero los efectos sobre el funcionamiento de la vida diaria
dependen de su gravedad y de los deterioros asociados. Los niños con retraso
leve (alrededor de un 85% de los que presentan retraso mental) suelen aprender
a hablar y llegan a ser independientes para cuidar de sí mismos, a pesar de que
su ritmo de desarrollo es más lento de lo normal.
CAUSAS
El retraso mental se debe a muchas causas diferentes, aunque
en ocasiones no se identifica una evidente.
• Las causas genéticas incluyen el síndrome de Down, que es
consecuencia de poseer un cromosoma 21 adicional, y el síndrome del X frágil,
resultado de tener un cromosoma X anómalo.
• Las enfermedades metabólicas son problemas de la
degradación o eliminación de algunas sustancias químicas del cuerpo. Por
ejemplo, la fenilcetonuria (FCU) es una enfermedad metabólica que origina
lesión cerebral y retraso mental a menos que se modifique la dieta para limitar
el consumo de una sustancia llamada fenilalanina.
• Durante el embarazo las infecciones aumentan el riesgo de
dar a luz un bebé con retraso mental. En el futuro bebé, además de problemas
auditivos y visuales, virus como el de la rubéola provocan retraso mental.
• Durante el embarazo el consumo de alcohol puede ser causa
del trastorno de espectro de alcoholismo fetal (TEAF). Los niños con TEAF
presentan una serie de problemas físicos y retraso mental. Durante el embarazo,
el consumo de otras drogas es ocasionalmente causa de retraso mental.
• Otras posibles causas de retraso mental son lesión del
cerebro después del nacimiento debido a falta de oxígeno, traumatismo físico o
desnutrición.
DIAGNOSTICO
El Diagnóstico diferencial del retraso mental debe
realizarlo personal especializado en el
uso de técnicas psicometricas estandarizadas; por lo tanto el docente deberá hacer la consulta a un centro de salud
mental o directamente a un psicopedagogo
Actualmente las
técnicas psicometricas más
utilizadas y que presentan
actualizaciones en sus tabulaciones son:
WISC en niños de
escolaridad primaria, y GIPSY en niños de jardín de niños
Otra técnica también factible de usar especialmente en niños
con trastornos del lenguaje o dificultades motoras gruesas es el Raven infantil, y en casos severos se puede utilizar Terman Merril
El WISC o GIPSI evalúan los aspectos cuantitativos (cocientes intelectuales) y cualitativos (edades de desarrollo intelectual
equivalentes y funciones intelectuales);
en dos áreas verbal y ejecutivo –concreto
Los datos que aportan
estas técnicas son útiles para el docente en cuanto a la conformación de su
grupo de trabajo, agrupando cocientes
intelectuales y edades cronológicas y, dentro de estos, clasificar las
edades mentales y las áreas de mayor
compromiso; facilita de este modo la implementación de tareas especificas y pautadas
Tratamiento
Sólo pueden prevenirse algunos tipos de retraso mental. Para
algunos síndromes
caracterizados por este problema, las pruebas genéticas
realizadas antes de la
concepción ayudan a los futuros padres a conocer sus
probabilidades de transmitir
determinados genes a su descendencia. El hecho de que el
padre o la madre sea
portador de un gen concreto asociado a retraso mental no
significa necesariamente que el bebé nacerá con este problema. Hablar con un
consejero genético ayudará a los padres a tomar decisiones sobre crear una
familia y someterse a exámenes adicionales.
• Manténgase al corriente de las vacunaciones (las suyas y
las de sus hijos).
• Durante el embarazo siga una dieta nutritiva y
equilibrada. Tome un complejo
multivitamínico y acuda a todas las visitas prenatales con
su ginecólogo.
• Si está embarazada o desea concebir, no consuma alcohol ni
drogas.
• Si tiene antecedentes familiares de enfermedad genética,
obtenga consejo genético.
• Si sus hijos participan en deportes como ciclismo o
patinaje, oblígueles a llevar
casco.
CALIDAD DE VIDA
Los niños con retraso mental pueden gozar de una vida plena.
Los programas de intervención precoz ayudan a estos niños a adquirir
habilidades básicas para cuidar de sí mismos y las de socialización.
Pueden estar en la misma clase que niños sanos y recibir una
ayuda especial del profesorado. Según la gravedad de su retraso mental, los
adultos pueden vivir solos, con compañeros o en hogares colectivos con ligera
supervisión, según el grado de ayuda que requieran. Los adultos con retraso
mental grave pueden vivir en residencias comunitarias que provean apoyo diario.
El tratamiento especifico responde al orden terapéutico:
psicopedagogía, fonoaudilogía, psicomotricidad, kinesiología y terapia ocupacional
En el ámbito escolar
de educación especial, el docente se limita a la planificación
curricular de las escuelas diferenciadas
en el ámbito pedagógico, ya que cualquier trastorno lindante con la patología
de base tendrá su tratamiento fuera del
horario escolar
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